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Las universidades británicas y los proveedores de itinerarios privados para estudiantes internacionales se enfrentan a acusaciones por admitir a estudiantes extranjeros con requisitos de acceso inferiores a los de sus homólogos nacionales. Esto ha suscitado preocupación por la equidad y la transparencia en las prácticas de admisión, ya que los estudiantes extranjeros pagan a veces hasta 38 000 libras (48 000 dólares) de matrícula, frente a las 9 250 libras (11 700 dólares) que pagan los estudiantes británicos. La controversia pone de relieve cuestiones como los programas International Year One y el papel de los agentes en la selección de estudiantes, lo que suscita llamados en favor de enfoques más éticos y un mayor control en el criterio de selección de estudiantes internacionales.

La Oficina Nacional de Auditoría (NAO) ha revelado su preocupación por la delincuencia organizada que se aprovecha de la laxa supervisión de los centros de enseñanza superior no regulados de Inglaterra, que estarían beneficiándose de fraudes en los préstamos a estudiantes por valor de 60 millones de libras. El informe destaca casos de fraude y abuso en proveedores privados de enseñanza superior que ofrecen cursos en colaboración con universidades convencionales. Algunos proveedores supuestamente inscriben a estudiantes con poco interés en completar los cursos para acceder a préstamos de mantenimiento respaldados por el gobierno, lo que les reporta sustanciosos beneficios económicos a través de las cuotas de matrícula y franquicia.

Un estudio revela que un número significativo de universidades del Reino Unido sigue aceptando millones en efectivo para pagos de matrícula y alojamiento, lo que las hace vulnerables a los riesgos de blanqueo de capitales. Alrededor de veintidós universidades seguían aceptando pagos en efectivo, con un total que alcanzaría los 12 millones de libras en 2019-20. La investigación destaca la preocupación por el hecho de que no se sigan estrictamente las directrices contra el blanqueo de capitales y de que las universidades no informen sobre actividades sospechosas, lo que puede poner en peligro al personal y a los estudiantes. El estudio pide una legislación más estricta para hacer frente a estas vulnerabilidades.

En meses recientes, se han hecho denuncias de fraude académico contra casi 20 proveedores de educación superior alternativa en Londres, dijo el director de vigilancia de los estándares del RU. Advirtiendo que el fraude y la mala práctica representan un “reto” a la tradicional garantía de calidad en la educación superior, dijo que su organización ha recibido recientemente, e investigado en algunos casos, denuncias sobre admisiones, mala práctica, fraude académico y falsificación de evidencias en 19 proveedores alternativos en Londres.”

La trampa a gran escala se acaba de descubrir en Inglaterra. Actos reprobables por parte de estudiantes y maestros han sido descubiertos durante los OCR (exámenes para Oxford, Cambridge y RSA), dirigidos por una de las más renombradas juntas de exámenes del país. Para poder pasar los más prestigiosos y competitivos exámenes del Reino Unido, 2,300 maestros entre el 2012 y 2016 ayudaron a los alumnos a obtener mejores calificaciones. Durante ese mismo período, 3,602 alumnos fueron acusados de hacer trampa. Más de la mitad de estos maestros fueron acusados de “asistencia inapropiada” durante los exámenes escritos, para ayudar a los estudiantes a obtener mejores resultados.

Las formas en que los estudiantes hacen trampa son o muy ingeniosas o sorprendentemente obvias. Por qué hacen trampa los estudiantes, y arriesgan tener que repetir un curso, o que les bajen la clasificación de su título o hasta ser expulsados de una universidad? Hay muchas razones – incluyendo presión financiera, pobres capacidades organizacionales y pánico – algunas veces entre estudiantes jóvenes quienes nunca debieron ir a la universidad o que al menos debieron tener más estructuras de apoyo cuando comenzaron.

Comentarios relacionados con el anuncio de una nueva campaña de "falsos estudiantes" ha amenazado al multimillonario sector universitario del país, según un grupo que representa a las universidades británicas. La campaña sugería que los estudiantes extranjeros ya no eran bienvenidos en Gran Bretaña y por eso se estaban yendo a estudiar a América del Norte y Australia.

El Ministro de Inmigración admitió ayer la posible práctica generalizada de abusos del régimen de visados ??que se ofrecen a los estudiantes extranjeros mediante la opción de matricularse en instituciones del Reino Unido, después de que se encontraran irregularidades en una universidad escocesa.

Estudiantes extranjeros intentan hacer trampas para entrar en universidades británicas copiando de sitios Web de educación en sus solicitudes, según sugiere una investigación.