Corrupción y educación: la dimensión de género

En la presentación de la Alianza Regional de Mujeres Líderes para la Lucha contra la Corrupción y la Integridad en los Países Árabes, celebrada en Ammán (Jordania) los días 19 y 20 de marzo, la experta del IIPE en ética y transparencia, Muriel Poisson, examinó más de cerca lo que esto significa para el sector educativo.

Riesgos de corrupción desde una perspectiva de género

A nivel del sistema, los riesgos de corrupción con enfoque de género pueden manifestarse de muchas maneras. Por ejemplo, Poisson explicó que, cuando hay una fuga de fondos del sistema educativo, las mujeres y las niñas tienen más probabilidades de verse afectadas, ya que se enfrentan a tasas de pobreza más elevadas.

Se calcula que en el mundo hay 383 millones de mujeres y niñasen situación de pobreza extrema, que viven con menos de 1,90 dólares al día, frente a 368 millones de hombres y niños.

Cuando hay corrupción en los procesos de contratación, los servicios sanitarios en las escuelas pueden verse impactados negativamente, afectando particularmente la experiencia escolar de las alumnas. También puede trasladarse a la accesibilidad a los libros de texto, el comedor escolar u otros suministros, lo que es más perjudicial para estudiantes con menos recursos, dijo Poisson.

Los riesgos de corrupción con enfoque de género también se manifiestan en los casos de abuso de autoridad, ya sea mediante la sextorsión o el acoso sexual, lo que limita el acceso de las niñas a una educación segura.

La discriminación contra el nombramiento y la promoción de mujeres entre el personal directivo permite que prevalezcan estructuras educativas patriarcales, mientras que, en el ámbito escolar o universitario, la discriminación o el control pueden limitar el acceso de las niñas a la escuela y el avance en su carrera.

En lo que respecta a los pagos informales para la educación, Poisson señaló que en investigaciones recientes se han identificado sesgos de género en los montos que los hogares destinan a la educación, y que normalmente se gasta más en las oportunidades educativas de los hijos varones.

Cuando se cruza la línea

La corrupción en educación es diversa y puede afectar a todos los niveles del sistema y la administración. En última instancia, erosiona los cimientos de una educación de calidad para todos.

Para comprender mejor lo que está en juego, el IIPE ha elaborado una tipología de todos los ámbitos en los que puede darse la corrupción en el sector educativo, y en los que los más vulnerables, pobres y marginados son los que más la sufren.

Comprender y abordar el nexo entre género y corrupción en educación es clave para disminuir los riesgos y proteger a los alumnos más vulnerables.

- Muriel Poisson, responsable del equipo de gestión y movilización de conocimientos, a.i., IIPE-UNESCO

Cómo abordar la corrupción y minimizar el impacto de género

En primer lugar, es crucial reconocer a las mujeres como actores clave en las estrategias anticorrupción, no sólo porque constituyen una parte importante del personal docente, sino porque puede ayudar a promover la igualdad de género en y a través de la educación.

Las mujeres constituyen el…

• 87% de docentes con formación en educación primaria
• 86% de docentes con formación en enseñanza secundaria
• 44% del personal académico en enseñanza superior.

El IIPE ha recopilado experiencias directas de mujeres en primera línea a través de su exploración global sobre el poder de la información en la lucha contra la corrupción. Por ejemplo, las "Reuniones de Madres" en Bangladesh constituyó un espacio importante para debatir datos e información a nivel escolar. En Ucrania, las mujeres han contribuido a plataformas en línea dedicadas a los pagos informales de los padres como parte de una iniciativa de gobierno abierto, y en Francia, las mujeres actúan como mediadoras de la integridad científica en instituciones de investigación clave.

En segundo lugar, debe haber una mayor defensa de los datos desglosados para asegurarse de que todo el mundo cuenta y de que las políticas responden a necesidades y retos específicos de género. En este sentido, Poisson explicó que, hasta ahora, la mayoría de las herramientas, estrategias o planes anticorrupción carecen de una perspectiva de género, salvo algunos estudios sobre el absentismo docente o encuestas de percepción relacionadas con el fraude académico, por ejemplo.

En tercer lugar, los valores éticos y las normas profesionales - que son clave para prevenir la corrupción - pueden transmitirse a través de códigos de conducta, a los que deben adherirse todos los miembros de la profesión académica. Algunos valores y normas relacionados con la no discriminación y la prohibición de la violencia verbal y física (incluido el acoso sexual) se refieren directamente a cuestiones de género, y los sistemas educativos pueden aprender de las experiencias de todo el mundo.

Por último, es importante fomentar sistemas de denuncia y protección que tengan en cuenta las cuestiones de género, así como un enfoque centrado en las víctimas para que se animen a hacer la denuncia.

Una planificación educativa centrada en la perspectiva de género puede ayudar a fomentar una cultura de ética, transparencia y responsabilidad.

Más información en la plataforma ETICO del IIPE.