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Un estudio reciente realizado en Kenia reveló que el 68% de los encuestados había incurrido en alguna forma de mala conducta, mientras que el 36% admitió haber cometido las infracciones más graves de fabricación, falsificación o plagio. Para promover las prácticas éticas de investigación, la transparencia, la equidad, la responsabilidad y el rigor en todo el continente, se ha puesto en marcha la Red Africana de Integridad en la Investigación (ARIN). La asociación se registrará en diferentes países donde se establecerán nodos.

Un pacto de integridad es un mecanismo de colaboración mediante el cual las entidades públicas, la sociedad civil y otras partes interesadas se comprometen a mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en un proceso de contratación pública. En su calidad de supervisor independiente, una organización de la sociedad civil vela por que se respete la normativa aplicable y se aborden los riesgos de corrupción.

El dinero público debe protegerse del fraude y la corrupción, o todos sufriremos las consecuencias. Un pacto de integridad podría ayudar a garantizar la calidad de los servicios públicos, mediante un acuerdo en el que gobierno, empresas y sociedad civil se comprometan a trabajar juntos.

Un pacto de integridad puede garantizar la protección del interés público y evitar que un individuo en el poder obtenga beneficios. Se trata de acuerdos en los que gobierno, empresas y sociedad civil se comprometen a trabajar juntos. Un pacto de integridad garantiza que un contrato se adjudique conforme a la ley y a las necesidades de la población.

Son necesarias reformas para aumentar la transparencia en la gestión de las universidades privadas, que absorben el 80% de los estudiantes universitarios del país. La propuesta de reforma del Ministerio de Educación, que está pendiente de deliberación, reforzaría los poderes del patronato responsable de las decisiones clave de la gestión universitaria y que, según las propuestas del gobierno, estará compuesto únicamente por personas ajenas a la universidad. Se trata de un cambio importante respecto al papel actual del patronato, que facilita el encubrimiento de las malas prácticas