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La interferencia política en las universidades de Africa no es nada nuevo. La gobernanza universitaria fue percibida como ‘capturada’ por intereses políticos estrechos, más que por fines académicos durante los 80’s y 90’s. Las universidades del continente comenzaron a cambiar a mediados de los 90’s. Las estructuras de la gobernanza sólida fueron priorizadas. Los gobiernos prometieron ayudar a instituciones estables, para que pudieran enfocarse en misiones académicas. Pero estudios fundados por la Corporación Carnegie de Nueva York, conducidos por CODESRIA, indican que no se dieron muchos cambios. Las mismas tensiones y crisis asociadas con el antiguo orden político – disturbios estudiantiles, acoso de personal académico y una corrupción académica generalizada todavía persisten.

El examen de ingreso a la Universidad de Rangsit ha sido cancelado después que estudiantes fueron sorprendidos usando en anteojos, cámaras espías inalámbricas, para capturar preguntas de exámenes y recibir respuestas a través de relojes inteligentes enlazados. Dispositivos similares como “Cheating Watch” pueden almacenar PDF, Word, y otros documentos o “Invisible Watch”, que no muestra nada, pero los apuntes se vuelven visibles con anteojos especiales. En un intento por eliminar el problema de tener que diferenciar entre relojes durante los exámenes, algunas universidades australianas han prohibido el uso de relojes de pulsera.

Un número creciente de estudiantes universitarios suecos han sido suspendidos porque fueron pillados haciendo trampa. La agencia de noticias TT, evaluó a 33 universidades suecas, y encontró que en el 2016, 733 estudiantes habían sido suspendidos por trampa. Una pregunta recurrente, difícil de responder, es si el alto número de suspensiones se debe a la extensa copia, o si es el resultado de una persistente cacería de tramposos. Siguiendo la misma lógica, es difícil saber si algunas suspensiones significan que hay pocos tramposos en una universidad, o si son malos para pillarlos.

El mes pasado, una estudiante de la Universidad de Mount Kenia, perdió su juicio en la corte, donde estaba disputando su suspensión de la universidad por hacer trampa en un examen. El juez desestimó la demanda, cuando descubrió que el proceso disciplinario de la universidad siguió una acción administrativa justa. La estudiante se había presentado en la corte para buscar compensación, argumentando que el criterio usado por el comité disciplinario de la universidad, para llegar a su veredicto era injusto, excesivo y violaba la Constitución y que tenía derecho a una audiencia imparcial. Hasta el momento, hacer trampa en los exámenes en las universidades, se ha generalizado no solo en Kenia, pero en muchas partes del mundo.