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El estado de las escuelas públicas de Egipto es un indicador esencial de las formas en que la revolución egipcia no ha alcanzado a sus ciudadanos. Es más, las clases privadas se han convertido en un hecho del sistema educativo de Egipto. Un número de maestros han admitido, extraoficialmente, que enseñan lo mínimo posible en la clase para poder recuperar a esos mismos estudiantes en clases particulares. Según cálculos, familias egipcias invierten más de 1 billón de dólares en clases particulares para compensar el pobre nivel de educación: un costo que viene siendo casi un cuarto del ingreso familiar.

El Consejo Regional de Hauts-de-France ha puesto en marcha el Presupuesto Participativo para los Liceos (BPL) con el fin de mejorar las condiciones de vida y estudio de los alumnos en sus centros. Este proyecto se inscribe en un enfoque de democracia participativa, en el que son los propios alumnos quienes participan en los proyectos de equipamiento y renovación del liceo.