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El Consejo de Europa y la Unión Europea están ayudando a las autoridades serbias a mejorar la calidad de la educación mediante la aplicación de mecanismos preventivos basados en las normas y prácticas del Consejo de Europa. Las acciones se están llevando a cabo en colaboración con el Ministerio de Educación, al tiempo que implican a un grupo más amplio de partes interesadas, entre ellas, universidades públicas, la Agencia Anticorrupción, institutos de política e investigación educativa, ONG y académicos.

Un ministro serbio está acusado de plagio y su mentor comparece por haber mentido acerca de su doctorado en dos escándalos que han ensombrecido la torre de marfil en la que se encontraba dicha nación de los Balcanes.

El Centro para el Desarrollo de la Educación de la Belgrade Open School organizó dos mesas redondas sobre corrupción y calidad de la educación superior en febrero de 2013, más específicamente sobre corrupción y las reformas en educación superior. Ambas mesas redondas fueron organizadas como parte del proyecto de la Red Estudiantil Anticorrupción de Europa Sudoriental.

Un tercio de los profesores de la Universidad de Derecho de Kragujevac, su decano y el asistente del ministro de educación superior fueron objeto de sobornos. Este escándalo sin precedentes siembra la duda sobre el valor de algunos diplomas de abogados y la calificación de algunos jueces.

Casi una tercera parte de los estudiantes sondeados en Serbia declararon que sobornarían a alguien si esa fuera la única manera de aprobar un examen, según un estudio dirigido por el Sindicato de Estudiantes de Serbia. Un 69 % haría trampas en sus exámenes si tuvieran la certeza de que no les iban a pillar, mientras que un 53 % dijo que no se sentirían mal por copiar y hacer trampa. Siete de cada diez estudiantes declararon que existe corrupción en los procesos de matriculación y el 79% sabe de gente que copia en los exámenes.

Diez semanas al frente del instituto de secundaria más rebelde de Belgrado terminó con la pasión de su directora por la educación. Solo unos pocos miembros del personal del centro estaban dispuestos a cooperar con ella para desarticular un sistema de sobornos a cambio de buenas notas. Cuando la policía sorprendió a un profesor de matemáticas aceptando un billete marcado de 50 euros de uno de los estudiantes y el problema salió a la luz pública, los profesores se rebelaron contra ella con un voto de censura a su autoridad.