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La Unidad Anticorrupción del gobierno de Camboya ha sido citada para vigilar los exámenes nacionales de final de curso del próximo mes en un intento de acabar con la sistémica mala conducta de los alumnos que copian en los exámenes, que ha comprometido durante décadas la calidad de los estudiantes de secundaria que solicitan plazas en la universidad.

Con una orden de reformar un sistema educativo severamente defectuoso, que produce graduados universitarios que han pagado por sus notas, en lugar de haber estudiado; el Ministro de Educación de Camboya, llegó a medidas extremas para limpiar la corrupción y soborno en el examen de admisión la Universidad Nacional de Camboya.

El pasado enero 33 jóvenes de Asia Sudoriental se reunieron en Camboya por primera vez en un Campamento Internacional Juvenil para el Empoderamiento de la Juventud en pro de la Transparencia y la Integridad (en inglés Youth Empowerment for Transparency and Integrity - YETI). El objetivo de dicho encuentro era aprender e intercambiar experiencias acerca del impacto negativo de la corrupción en sus países y en toda la región, así como compartir una sesión de brainstorming sobre cómo poder combatir esta plaga juntos. El evento buscaba que los jóvenes participantes tuvieran un mayor sentimiento de pertenencia a la comunidad, inspirarles para que se levantaran en contra de la corrupción y proporcionarles las herramientas necesarias para así poder llevarlo a cabo.

Cuando en el 2014, el Ministerio de Educación, introdujo su política estricta de “cero trampa” para egresados escolares, muchos de los cuales habían hecho trampa a través de los años con certeza suspiraron con alivio. El ministerio ha sido aplaudido por su postura firme, después de todo, no tiene caso un sistema educativo donde se puede hacer trampa para pasar de grado. El problema es que, aunque es más difícil entrar a una universidad, salir adelante en la universidad no ha cambiado mucho. Una vez adentro – dependiendo de la institución – las oportunidades de hacer trampa están tan generalizadas como siempre. Y eso significa que algunos de los 250,000 estudiantes de educación superior no tienen que aprender para poder graduarse.