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Meet in Class es una empresa nueva, que quiere simplificar las clases particulares: cuatro estudiantes comparten el costo de un curso. Según el fundador, en Francia, las clases particulares representan un mercado de 2.5 billones de euros de cursos reconocidos, pero el 80% son pagados bajo la mesa. El precio de los cursos ofrecidos a través de una agencia “clásica” es entre 40 y 50 euros por hora, un precio considerado como muy costoso para los padres de familia.

La integridad no es solo una parte crucial de la calidad e igualdad en la educación; es la base de toda sociedad abierta y saludable. La escuela es generalmente el primer lugar donde los niños están expuestos a diversas culturas e interactúan con instituciones públicas. Enfrentando malas conductas altamente criminales y notables en la educación, es el primer paso para establecer esta confianza. La educación de alta calidad y basada en méritos, es esencial para el crecimiento económico y progreso social de Ucrania. Confianza, apertura, y transparencia son los bloques de construcción de una sociedad y un sistema educativo eficaz. Con estos pasos, Ucrania puede alcanzar mejores resultados de sus sistemas de educación, asegurando que los recursos humanos y financieros sean bien utilizados, que los estudiantes tengan las mismas oportunidades para aprender, y que las calificaciones educativas reflejen fielmente los logros de los estudiantes.

Con cada maestro tomando un promedio de 6.6 días por año para cubrir enfermedades, el no-reemplazo de maestros ausentes es una fuente de tensión para padres. En el sector público, a un nivel secundario, maestros sustitutos cubren el 97% de ausencias de largo plazo. Esta tasa cae al 38% en ausencias cortas. Sin embargo, cuando se tratar de reemplazar maestros, ya sea por períodos cortos o largos, el sistema educativo privado es más eficiente que el sector público.

En Francia se descubrió una de las redes más grandes de inmigrantes ilegales chinos. Se centró en una escuela de negocios privada basada en el 15° distrito. Esta red hizo posible la entrada anual de 500 a 1000 inmigrantes chinos a Francia, en su mayoría hombres jóvenes entre 20 y 25 años de edad. Una vez en Francia, se emitieron certificaciones falsas de su estatus como estudiantes, cartas de notas y diplomas, permitiéndoles establecerse permanentemente, sin nunca haber puesto pie en una clase.