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Ayer dio comienzo la segunda cumbre del movimiento para la ética en la universidad y la buena gobernanza en la Universidad de Jimma. El jefe de la comisión federal en defensa de la ética y anti-corrupción declaró que las universidades deberían prestar atención a partes iguales tanto a generar como a formar graduados con ética y competentes. El responsable de la comisión añadió que la adjudicación de proyectos de construcción más importantes de las universidades, las ofertas públicas de adquisiciones, los servicios de comedores para estudiantes, etc. se deberían basar en la rendición de cuentas y la transparencia.

Primero, la #OromoProtest, llevó a que el 30 de mayo, el gobierno de Etiopía, cancelara los exámenes de admisión de educación superior de Etiopía (EHEEE). Con la filtración por individuos que se desconocen y luego la descarga de los exámenes nacionales a los medios sociales por activistas de Oromo, ha surgido un debate entre los ciudadanos de Etiopía y los medios. Sorpresivamente (o no) el debate se trata que si la fuga de los exámenes y su descarga en línea peca en la obligación moral de salvaguardar las vidas académicas de más de 250,000 estudiantes que estaban listos para tomar los exámenes.

El gobierno de Etiopía ha bloqueado el acceso a redes sociales en todo el país, una medida sin precedentes justificada por la necesidad de prevenir el fraude durante el período de exámenes universitarios. Pero usuarios del internet han sugerido que el gobierno está experimentando con filtros en un nuevo software para suprimir protestas políticas. Del 9-13 de Julio, fue imposible entrar a Facebook, Twitter o Instagram en Etiopía, para prevenir filtraciones de materias que habían forzado la cancelación de los exámenes en junio.

Las últimas tres décadas han sido testigo de la proliferación global de instituciones privadas de educación superior a excesiva velocidad. Instituciones privadas de educación superior de Etiopía, o PHEI, necesitan ser acreditadas antes de comenzar operaciones. La limitación de la habilidad de autoridades gubernamentales de aplicar las reglas continúa alentando a instituciones ilegales y estudiantes a tomar riesgos. Tomando en cuenta el tamaño de la población estudiantil como su línea de defensa, proveedores fraudulentos sacan provecho del “daño excesivo” que cualquier acción gubernamental podría causar cuando sus actos ilegales son revelados.

El crecimiento de la educación superior en Etiopía ha traído demandas para mejores cualificaciones donde hay oportunidades de empleo disponibles y además ha creado una variedad de oportunidades. La sensación de angustia creada; debido a la creciente demanda para cualificaciones adicionales; ha llevado a una situación a la que, aquellos que no pueden ponerse al día - están tentados a buscar mecanismos de corto plazo para obtener diplomas y asegurarse la continuidad de sus salarios y estatus de trabajo. En ningún lugar se siente más esa presión que en Etiopía, donde las funciones públicas acomodan a más de cinco millones de empleados.