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La Universidad de Florida (UF) puso en marcha una investigación, después que un informe interno revelara una cultura de miedo entre los miembros del profesorado, que alegaban la existencia de influencia política en el campus, así como casos de presión para destruir y retrasar la publicación de los datos de la investigación del COVID-19. El informe, fue el resultado de una investigación de tres semanas sobre la libertad académica en la UF, después que se le impidiera a tres profesores a tiempo completo, a testificar como expertos pagados, en una demanda presentada contra el estado sobre el derecho al voto.

Un estudio reciente advierte a formuladores de políticas en países en desarrollo sobre la mala calidad de la evaluación de la investigación. Los resultados muestran la infiltración de revistas sospechosas de prácticas depredadoras en la base de datos Scopus. Fueron identificados 324 revistas y 164,000 artículos publicados desde 2015-17. Como resultado, el Consejo Asesor y Selección de Contenidos de Scopus eliminó las revistas de bajo rendimiento.

Un número importante de profesores están siendo acusados de conseguir sus ascensos académicos mediante publicaciones predatorias y otros medios de calidad inferior. Para combatir estas prácticas poco éticas, el Ministerio de Ciencias y Educación Superior de Etiopía (MoSHE) publicó en octubre 2020, una nueva Norma Armonizada para la Promoción del Personal Académico en las Universidades Públicas. El MoSHE afirma que la manera más segura de evitar las publicaciones predatorias es que los académicos presenten sus manuscritos a revistas que son revisadas por pares e indexadas por bases de datos tales como Scopus, Web of Science y PubMed.

Debido a los altos niveles de mala conducta en la India, donde se retiraron 1,000 documentos, debido a que el 33 por ciento fueron plagiados; las universidades deberán ofrecer a los estudiantes de doctorado; un curso de capacitación de 30 horas, sobre la integridad de la investigación, y la ética de publicación, antes de comenzar sus estudios.

Las prácticas no éticas que llevan a la cultura de “pago por publicar basura”, es un problema creciente en la India. Uno de los trabajos de investigación, escrito por dos de los profesores de la Universidad y un académico de investigación, fue retirado debido a preocupaciones sobre la validez de los resultados. Según la Comisión de Becas Universitaria (UGC), el porcentaje de artículos de investigación publicados en revistas predadoras es alto. De modo que, para poder “identificar, monitorear continuamente y mantener un listado de Referencias de Revistas de Calidad en todas las disciplinas de la UGC -CARE, se lanzó un Consorcio de Investigación y Etica Académica

El Centro de Investigación sobre la Evaluación, Ciencia y Tecnología (CREST) en la Universidad de Stellenbosch, realizó un estudio sobre la calidad de publicaciones de investigaciones de Sur Africa, que incluye a editoriales predatorias. 4,246 artículos de Sur Africa se publicaron en 48 revistas, las cuales se encontraron que eran predatorias. Varios estudios sugieren que algunos académicos están cayendo en trampas de publicaciones predatorias debido a la presión por publicar, obtener más donaciones y fortalecer sus reputaciones académicas.

Dado que los científicos son juzgados en gran parte por el número de publicaciones revisados por pares que producen, es fácil entender la tentación de participar en las publicaciones salami. Oficialmente, es desalentado, pero todavía es muy común ver a investigadores escribiendo 3 o 4 artículos basados en un solo proyecto que, siendo realistas, pudo haber sido escrito en uno solo. En un caso extremo de salami rebanado, la revista de Archivos de Medicina Iraní publicó un conjunto de 33 artículos de un solo estudio.