Un código de conducta es un conjunto de pautas recogidas por escrito, elaboradas por las autoridades públicas u organizaciones profesionales, que detallan las normas éticas reconocidas (o los valores) y las normas profesionales de conducta a las que todos los miembros de una profesión se deben adherir.
En particular, dichos códigos van dirigidos a mejorar el compromiso, la dedicación y el grado de eficiencia del servicio prestado por los miembros de la profesión docente, y proporcionar unas pautas de autodisciplina estableciendo normas de conducta profesional.
Dichos códigos se están desarrollando en un número cada vez mayor de países (véase el mapa), bien por un cuerpo autónomo, como en Hong Kong, o a través de las propias organizaciones de docentes, como en la provincia de Ontario, en Canadá. Las investigaciones han demostrado que los códigos de docentes pueden ser un instrumento efectivo para promover la ética en la educación. Sin embargo, su implementación a veces resulta difícil debido a – entre otras variables – un acceso limitado, contenido ambiguo y una formación del profesorado inadecuada, tal y como muestran las labores de investigación realizadas por el IIPE en el sur de Asia (acceda a la publicación - EN).